Siempre pensé que las cosas iban a mejorar, pero jamás lo harán, tengo la certeza, tarde o temprano voy a morir.
Nadie me quería quiere de verdad, cuando yo necesitaba mucho amor.
Todos los días, es un error.
El respirar lo es.
Como si estuviese castigándome, matándome lentamente.
Sólo espero ese día.
Porque vivir, duele tanto.
Duele tanto que ya no recuerdo como fue antes de que lo hiciera.
Vivir duele, es la verdad.
No sé cuantas veces esta me ha castigado, pero creo saber porqué.
Veo a las personas a mi alrededor y me doy cuenta; sin duda, yo no pertenezco aquí.
No tengo propósito, y me tardé demasiado tiempo en darme cuenta del porqué de esto.
No quiero vivir, así como un no me queda nada.
Porque no tengo nada, no soy nada.
No sé qué hacer para ponerle fin; al sufrimiento, a todo.
Yo sólo quiero no sentir nada.
Estoy completamente sola, ya lo sabía pero siempre lo ignoro.
Supongo que darme cuenta cada vez me lastima más.
Porque aunque no me guste, tengo un corazón de cristal.
Cuando me pongo a pensar en lo ridícula que me veo, llorando con mis audífonos de última generación puestos y escribiendo en uno de los teléfonos más caros.
Me pregunto si mi vida es tan mala.
Realmente no estoy segura, porque soy patética.
Yo ya no sé cuánto más pueda soportar.
Intenté tener esperanza, pero la esperanza es cruel.
Cuando se va, te deja sin nada.
Vacía.
Merezco morir.
Y no importará, porque el mundo no dejará de girar.